Víctor Cachón y Sergio Solano ficharon por el club ADS PRATO C5 a finales de agosto y, desde entonces, comenzaron los incumplimientos del club, agravados durante los últimos días con amenazas a los propios jugadores, sus mujeres y sus hijos.

El club decide deshacerse de los jugadores, siendo Cachón el máximo goleador del equipo y rindiendo ambos a buen nivel. Tanto es así que el entrenador, David Madrid, no está de acuerdo con el club y apoya a los jugadores. Es entonces cuando el Club decide prescindir de los tres y comienzan las amenazas, muy subidas de tono: Imposición de multas y sanción;  no volver a jugar más; tener cuidado con mujer e hijos; “la mafia no habla, la mafia actúa”; no dar comida ni sueldo… Después de estas amenazas y las condiciones de vida (falta de comida suficiente, gastos sin pagar, sin lavadora, impagos…) los jugadores contactan con la Asociación de Jugadores y deciden regresar a España.

Víctor Cachón, según contrato, tendría casa en Prato y le alojaron en Montemurlo a 15Km de Prato teniendo que pagarse la gasolina; las camas estaban rotas y tenía que dormir en el suelo; la bañera estaba atascada, sin lavadora, sin internet, con una nevera de hotel, la cocina inservible y tenían que lavar la ropa y ducharse en el pabellón o en casa de algún compañero. (ver fotos)

En el caso de Sergio Solano, que llega solo a Prato, le colocan en una vivienda de tres habitaciones junto a 4 jugadores más. Se le salen los pies de la cama, sin calefacción, una nevera pequeña para 5 personas, sin lavadora hasta octubre, sin internet… según contrato.

Y en cuanto a David Madrid, tuvo que cambiar de vivienda junto a su mujer y su hijo de 3 años nada menos que 5 veces, pasando por hoteles con camas en el suelo o viviendas sin lavadora, sin microondas…

Ni que decir tiene que el club ADS PRATO C5 deja a deber salarios a los jugadores y al entrenador…

La Asociación de Jugadores de Fútbol Sala, por medio de su abogado ha remitido diversos faxes tanto al Club ADS Prato C5; como a la Federación Italiana de Fútbol y a la FIFA, poniendo en conocimiento de dichos estamentos la forma de actuar del club italiano. Instando al club a dar la baja federativa a los jugadores y al entrenador y a abonarles las cantidades adeudadas.